Hay que dejar el alma en las tablas,
el zapateo del corazón cautivo,
que envuelve entre telas y sombras
con un vestido ululante...
Si la mirada furiosa busca euforia
con una danza embriagante que retumba el piso,
baila, baila, baila...
Es la danza de la niña malcriada,
que zapatea y zapatea...
desgarra ira, derrama lágrimas
dame cetas de alma
al son de la guiatarra,
amiga de los caminos,
guía tus pasos con tus palmas..
1,2,3,4....
Hay que dejar el alma en las tablas,
para que el aire sienta el marcar de tu espíritu.
2 comentarios:
q bonito
m gusta bastante.
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